Brezza, un proyecto concebido pensando en el confort al aire libre, en el que armazón y acolchado dialogan de un modo inédito: las piezas tapizadas se insertan en el armazón y se fijan fácilmente encajándose entre sí. El generoso tapizado deja a la vista las patas redondas de metal, que confieren al sillón solidez y reconocibilidad. El asiento resulta así muy práctico: basta un movimiento para retirar el tapizado y lavarlo o sustituirlo, para beneficiar su durabilidad. Brezza transmite solidez y fuerza, así como una elegancia informal innata. Para el diseñador, innovación, ética y elegancia deben coexistir en todo buen diseño contemporáneo. La sensibilidad ecológica también le guió en la elección de materiales para Brezza: "Seleccioné tejidos con hilos reciclados, luego ideé un ensamblaje de los distintos elementos sin utilizar colas. Las estructuras son apilables para minimizar el desorden en el transporte, con la consiguiente reducción de CO₂".