Atrevido, ecléctico, poco convencional y empático. Es el enfoque del diseño de Francesca Lanzavecchia. Nacida en Pavía en 1983, se licenció en Diseño Industrial en el Politécnico de Milán y posteriormente cursó un máster en Diseño Conceptual en la Academia de Diseño de Eindhoven, donde se graduó en 2008 con matrícula de honor. En Eindhoven empezó a tomar forma su visión personal del diseño como disciplina prismática y polifacética, un alfabeto visual universal capaz de dar forma a lo existente mediante una elegancia poética y subversiva. Para ella, ser diseñadora significa al mismo tiempo ser investigadora, ingeniera, artesana y narradora de historias de vida, como las que expresan sus diseños. Extensiones funcionales y simbólicas de lo que somos, son portadores de historias, gestos y rituales de uso cotidiano, objetos sensibles y animados con los que tejer una relación afectiva y personal. De los suministros al producto, pasando por el diseño de interiores, sus colecciones reflejan una inclinación metodológica y profesional hacia el Diseño Universal y la creación de productos realmente accesibles para todas las categorías de personas, situando al ser humano, con sus limitaciones y fragilidades, en el centro, al que debe responder un diseño ergonómico, adaptativo, reflexivo e integrador. Una especie de segunda piel que actúa como ayuda funcional ante discapacidades físicas permanentes o temporales, mejorando notablemente la calidad de vida. Contadora de historias, esteta inquieta y diseñadora de inspiraciones nómadas, en 2010 fundó con Hunn Wai el estudio de diseño multidisciplinar Lanzavecchia + Wai, con sede en Pavía y Singapur, del que es director creativo desde 2012.